Trabajo Social

Pensar lo pedagógico en el Trabajo Social, asumiendo que nuestros conocimientos devienen de los análisis y de las interpretaciones crítico-propositivas desplegadas en los procesos de investigación e intervención que agenciamos, nos permite reconocer los aprendizajes que convertimos en acciones concretas, saberes y aportes a las constituciones de subjetividades críticas.

En particular, los abordajes pedagógicos en los quehaceres del Trabajo Social nos posibilitan fortalecer las comprensiones de los contextos, las personas con quienes interactuamos, las intencionalidades, los métodos, los impactos, los aprendizajes y las contribuciones de nuestras investigaciones e intervenciones en cada escenario. En este sentido, la dimensión pedagógica del Trabajo Social nos genera múltiples interrogantes. Por ejemplo, nos convoca a preguntarnos: ¿qué implica abordar esta dimensión en nuestra disciplina-profesión? ¿Cuáles son los orígenes y las trayectorias ético-políticas, ontológicas, epistemológicas, teóricas, contextuales y metodológicas de esa dimensión? ¿Cuáles corrientes pedagógicas coexisten en nuestras investigaciones e intervenciones? ¿Qué principios, valores, conceptos, saberes, prácticas y debates promueven tales corrientes? ¿Cómo potencia la dimensión pedagógica las construcciones de conocimientos en Trabajo Social y en las Ciencias Sociales?

Ahora bien, aunque las lecturas pedagógicas han estado presentes en el Trabajo Social, los estudios gestados en este ámbito son recientes y se orientan a potenciar reflexiones sobre los sentidos, los escenarios y los propósitos vigentes en los despliegues del Trabajo Social, en diálogo con los aportes de diferentes corrientes pedagógicas y educativas.